Al principio, cuando empezamos a diseñar nuestra ropa de cama, pensamos en los colores que nos gustan para nuestros dormitorios y descartamos los tonos fuertes, porque tanto si jugamos a la armonía como al contraste, nuestras prendas han de tener colores sosegados, que inviten al descanso.
El proceso de lavado a la piedra de nuestros productos consigue precisamente esto: colores discretos y tranquilos, que aportan sosiego y serenidad al ambiente.
El mismo tono en diversos grados de saturación, los tonos menos saturados proporcionan colores más suaves.
El lavado a la piedra de un proceso natural que usa tintes reactivos, esto hace que el resultado sea un tanto imprevisible, por lo que pueden existir ligeras variaciones entre unas tintadas y otras.
Para nuestras gamas Son y Molsa hemos dispuesto una carta de colores claros y oscuros muy combinables y con los que podrás vestir tu dormitorio con estilo.
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